Un día antes de los Santos Inocentes, el Gobierno de Rajoy se comprometía con la OTAN en aumentar el gasto militar en un 80%, unos 18.000 millones de euros, hasta 2014.
La Alianza Atlántica exige a los países miembros destinar al menos el 2% de su Producto Interior Bruto (PIB) al gasto militar. Este objetivo, consagrado en la cumbre de Newport (Gales), se ha vuelto más apremiante tras la llegada a la Casa Blanca de Donald Trump, diciendo que debían “enormes cantidades de dinero” y algunos “no gastan lo que deben y esto es injusto para el contribuyente estadounidense”.
La OTAN exigió a España una previsión de 10.739 millones de euros el año 2017, tras el retroceso que se produjo en 2016 por la parálisis política (9.014 millones, y el 0,81% del PIB) al no haber presupuesto. En 2017, gracias a los Presupuestos aprobados por PP, C’s, PNV, CC y Nueva Canarias. Los presupuestos de PP y C’s profundizaron en la precariedad y los recortes y en vez de resolver algún problema, supusieron otro.
La ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, ha pedido el consenso de la oposición para sacar adelante una ley que blinde los gastos militares de los vaivenes políticos y garantice la financiación a largo plazo de los programas de armamento y el compromiso con la OTAN.
La prueba de fuego serán los Presupuestos de 2018, si el Gobierno logra aprobarlos. Defensa quiere consolidar los 1.817 millones que se incluyeron en el presupuesto de este año para pagar la factura de los Programas Especiales de Armamento (PEAS) de 2016 y 2017 e incrementar sustancialmente la partida dedicada a mantenimiento, que arrastra un déficit de tiempo. Los planes de armamento son un buen ejemplo de importantes mordidas, como muy bien sabe el anterior ministro Morenés.
Y mientras en esas estamos, el Gobierno del PP vacía la “caja de pensiones” (Fondo de Reserva de la Seguridad Social) [Nota 1]. Hasta el punto que su aliado la CEOE, da por liquidada la ‘hucha de las pensiones’ y exigía en agosto de 2017, una reforma urgente del sistema, adviertiendo que hay que «actuar con carácter inmediato» si se quiere preservar un sistema público «viable y sostenible en el tiempo». Afirman que «La desaparición del Fondo de Reserva de la Seguridad Social es una realidad» y urge al Gobierno a introducir «cambios significativos» en el sistema público de pensiones para conseguir sus objetivos. Ya lo había advertido una cabeza visible de la banda neoliberal, Christine Lagarde, Directora del Fondo Monetario Internacional, que es una de las que les marca el paso: «Los ancianos viven demasiado y eso es un riesgo para la economía global. Tenemos que hacer algo, y ya!». Naturalmente se refiere al riesgo económico de los grandes bancos y grandes monopolios.

Lo cierto es que cada vez suenan más las trompetas de guerra y para seguir con el símil del western, los indios vienen con la cara pintada.
En el fondo de la cuestión está el intento de privatizar la Seguridad Social, como hicieron con la Sanidad, la Enseñanza, la Dependencia y otros servicios sociales. Lo que buscan es ahogar el servicio público de pensiones y así conducir a los pensionistas futuros a pagar fondos privados. En el 2015, el gobernador del Banco de España, Luis María Linde, volvió a plantear la necesidad de que los ciudadanos complementasen su futuras pensiones públicas con productos privados de ahorro. El PP no es inocente al finiquitar la llamada “hucha de las pensiones”. Sabe que eso puede llevar a un callejón cuya única salida sea la privatización.

Mientras unos saquean al país, se ponen sobresueldos en B y con el mayor descaro, por mor del mercado como diría Rato, se llevan los dineros a Suiza y demás paraísos fiscales, o se ponen jubilaciones de los bancos rescatados con dinero de todos los españoles, mientras eso sucede, veamos como dejaron el Fondo de Pensiones (Fondo de Reserva de la Seguridad Social). En lo que va de gobierno Rajoy hasta el 2017, eliminaron 66.401 millones de euros de la hucha de las pensiones. 2016 fue el año en el que el Gobierno retiró más dinero: 19.200 millones de euros.
El saqueo al llamado Fondo de Pensiones fue como sigue:
Superavit/déficit de la Seguridad Social
Año | Millones de € | % del PIB |
2005 | +10.383,8 | +1,14 |
2006 | +12.710,4 | +1,29 |
2007 | +14.672,6 | +1,39 |
2008 | +14.553,3 | +1,34 |
2009 | +8.826,0 | +0,84 |
2010 | +244,1 | +0,23 |
2011 | -487,3 | -0,05 |
2012 | -5.812,8 | -0,55 |
2013 | -5.812,8 | -0,83 |
2014 | -13.762,3 | -1,30 |
2015 | -16.707,7 | -1,50 |
2016 | -17.357,2 | -1,6 |
Por otro lado, el déficit que acarrea el Fondo de Garantía de reserva en los últimos años, es uno de los argumentos de los neoliberales para proponer las modificaciones de los sistemas de tributación a la Seguridad Social. Los más osados defienden claramente la congelación de la aportación al fondo, la provisión de fondos privados con obligación a las empresas para que dediquen una parte de los sueldos al ahorro para esos fondos, y en tercer lugar al incremento de los impuestos indirectos, en particular al IVA, que lógicamente repercutiría en todos por igual. Es decir ahorro en los gastos e incremento de los impuestos para toda la población.
En Portugal, sin ir más lejos, con el fin de preservar el sistema público de pensiones, aumentaron de cinco a siete los tramos de renta del IRPF, conocido como IRS con unos tipos muy superiores a los de España, sobre todo para los tramos de rentas altas. Tributarán al 14,5% las rentas de hasta 7.091 euros, se introduce un tramo nuevo del 23% para las que van de 7.091 a los 10.700 euros y otro al 28,5% para las comprendidas entre 10.700 y 20.261 euros. Tributarán al 35% las comprendidas entre 20.261 y 25.000 euros y al 37% las que estén entre 25.000 y 36.856 euros. Para rentas de entre 36.856 euros y 80.640 euros el tipo se mantiene en el 45% y a partir de esa cifra, en el 48%. El mínimo exento del IRS, pasa de los actuales 8.500 euros netos por unidad familiar a unos 8.980 euros. Además, la denominada «derrama estadual» en el Impuesto de Sociedades para las empresas con beneficios superiores a 35 millones de euros anuales subirá dos puntos, del 7% al 9%.
Parece un contrasentido seguir con la política de recortes impuesta por la “troika” de la UE y aceptada fielmente o a pie juntillas, por los Gobiernos de Zapatero y de Rajoy, cuando en Portugal, se está practicando otra política económica, de menos recortes y carácter más expansivo, que ha demostrado ser mucho más eficaz social y económicamente.
En España, otras propuestas deberían consistir en mejorar los ingresos con la eliminación de las Reformas Laborales de Zapatero y Rajoy y en implementar un impuesto a los bancos, como grandes beneficiarios de la crisis y de las aportaciones de dinero público: propuesta de Unidos Podemos recogida por el PSOE.
La orgía de las diferencias
El otro aspecto del problema estriba en las cuantías de las pensiones. En España casi cinco millones de españoles cobran una pensión de entre 150 y 600 euros. Ofrecerles un incremento de sus pensiones del 0,25 % como nos han querido convencer Fátima y Rajoy, es una tomadura de pelo.
Esto choca con las ingentes pensiones que cobran la mayoría de los directivos de los banco y las grandes empresas. En 2015, los grupos cotizados tenían compromisos en materia de jubilación con sus consejeros ejecutivos por valor de 562 millones de euros. Los ejecutivos del sector bancario siguen siendo escandalosamente los más beneficiados (363 millones), aunque estas jubilaciones “en C”, se están generalizando a empresas industriales y de servicios. Francisco González cobra la mayor pensión con una póliza 79,7 millones de euros. Le sigue Matías Rodríguez Inciarte, del Banco Santander, con 47,7 millones; y Ángel Cano, ex consejero delegado del BBVA, con 45,2 millones; el nuevo número dos del BBVA, Carlos Torres, con una pensión prevista de 13 millones. Detrás Ana Botín, presidenta del Santander, con derechos valorados en 41,2 millones. Luego Florentino Pérez, de ACS, con una previsión que ya suma 38,1 millones. O César Alierta con una previsión 35,5 millones de euros. O el expresidente de Indra, Javier Monzón con 12 millones que la compañía había aportado a su plan de pensiones. Recordemos que todos estos y muchos otros, han llegado a estos paraisos de ensueño, desde los diferentes cielos de la Administración pública: ministerios, empresas públicas privatizadas, concejalías de partidos de derechas, o como es el caso de Inciarte, desde la presidencia de la Fundación Princesa o Príncipe de Asturias, que todos los años reclama dinero público a Gobierno y Ayuntamientos para sus francachelas.
¿Por qué hay déficit en el sistema actual de pensiones?
El conjunto del Sistema público contaba con 9.447.945 pensiones contributivas, en 2016. De ellas 8,7 millones de personas consumen prestaciones de la Seguridad Social. En 2017 hubo 9.470.000 pensiones. En 2017 el número de pensiones se acercó a 9,5 millones.
En 2017, el número de ocupados ha aumentado en 589.210 personas, hasta los 18.331.107. Y los cotizantes desempleados (las cifras del Ministerio de Empleo se refieren a las cifras medias mensuales) descendieron en 718.481 personas, con un total de 1.124.277. Es decir, se ha producido un descenso de 128.550 cotizantes a la Seguridad Social en 2017, que coincide además con un incremento de 96.622 pensionistas [Nota 2].
En una palabra, aumentan las pensiones y disminuyen las cotizaciones como consecuencia de los bajos salarios que conllevan las reformas laborales. El Gobierno alardea de crear empleo, pero este empleo es de calidad tan baja (bajos salarios y contratos a tiempo parcial) que no conlleva un incremento de las cotizaciones a la Seguridad Social. Esta es una de las principales causas del déficit de la Seguridad Social.
«Por mucho empleo que se cree, la calidad es tan baja que no recupera las cotizaciones», porque «Han bajado las bases de cotización [es decir, los sueldos]», analiza Felipe Serrano, catedrático de Economía de la Universidad del País Vasco. Esto explica que todos los ingresos a la Seguridad Social crezcan menos que los gastos, por el efecto del envejecimiento, el número creciente de pensionistas y las mayores pensiones de los nuevos jubilados. Y prosigue:
«No se puede ir mucho más allá en el recorte del gasto». Lo dice en referencia al retraso de la edad de jubilación a los 67 años, que se está aplicando paulatinamente. Por tanto hay que incrementar los ingresos y ello requiere reformas en profundidad.
Cinco años de déficits crecientes de la Seguridad Social han abierto, en un año sin Presupuestos generales –al menos por el momento, el debate político sobre el futuro de las pensiones. El PP y Ciudadanos siguen erre que erre por la creación de empleo. Y el empleo está enfermo.
Porque la creación de empleo no ha reducido el problema. Es más, el agujero de la Seguridad Social no ha dejado de crecer. Según un estudio de Enrique Devesa y un grupo de la Universidad de Valencia, en el primer trimestre de 2017 la parte contributiva del sistema ha crecido hasta los 17.772 millones, el equivalente a un 1,63% del PIB. Los gastos son superiores a los ingresos, y la hucha se va vaciando.
Durante los años de crecimiento económico (2005, 2006, 2007) la Caja del Fondo de Garantía de Reserva se incrementó de manera acelerada. Pero con la irrupción de la crisis, el paro creció, los ingresos por cotizaciones de la seguridad social menguaron, y las prestaciones por desempleo aumentaron, de forma que el saldo de la seguridad social se redujo. En el año 2010 se extendieron las políticas de austeridad y recortes por el PSOE, por exigencia de la Troika de la UE y se aprobó una reforma laboral que abarató el despido. Con ello se aceleró el paro y disminuyeron los ingresos. No se utilizó la hucha porque el déficit era menor y se compensaba con otros ingresos, en particular por los intereses de capitalización del fondo de la “hucha”.
En 2012, y el gobierno de Rajoy aplicó nuevas y más fuertes medidas de austeridad y recortes que insaciablemente exigía la UE. Y emprendió una reforma laboral en febrero de 2012 bestial que, entre otras muchas medidas, abarató el despido improcedente. Como consecuencia inmediata fue el incremento del paro y la caída de los ingresos por cotizaciones.
Las políticas de austeridad constriñen la actividad económica y conllevaron a la actual sangría de la Seguridad Social.
En definitiva. Mientras se siga con el actual modelo de política económica, las pensiones cada vez tendrán mayor peligro. La solución no es otra que cambiar la papeleta, como nos indica la carta que reproducimos a continuación.
» Carta a Mariano Rajoy que circuló en las redes en enero del año pasado: Buenas tardes Sr. Mariano.
Hoy he recibido la carta que me anunciaba el incremento de mi pensión en un 0,25 %, y no he podido aguantarme para darle las gracias, porque sé los huevos que le has echado para conseguirme este incremento tan importante, y por eso quiero recordarle a la gente lo que has tenido que luchar por mí para conseguir la pasta necesaria para tan sustancial incremento…..
GRACIAS por haber conseguido que los Pujol, el Bárcenas, todas las tramas del PP & PSOE y demás corruptos, hayan devuelto hasta el último céntimo con intereses…..
GRACIAS por haber conseguido que los sindicatos devuelvan el dinero defraudado….
GRACIAS por haber reducido la administración ineficaz, las compañías públicas que solo servían para producir gastos y ser el refugio de amiguetes….
GRACIAS por haber reducido esos miles de asesores, enchufados y demás morralla refugiada tras el suculento salario, coches, tarjetas, viajes, comidas etc., etc. ……
GRACIAS por haber eliminado las diferentes prebendas de la clase política que tanto gasto ocasionaban y tanto malestar generaba entre el pueblo……
GRACIAS por haber rescatado a los ciudadanos y no a los bancos. Ahí sí que te has ahorrado un montón de dinero……. BRAVO MARIANO ¡¡¡¡¡¡
GRACIAS por no haber rescatado las autopistas, bastante dinero tienen los que las promovieron…. A ver si ahora se te ocurre algo para pequeñas empresas y autónomos…
GRACIAS por haber acordado ayudas económicas para los pobres españoles que las están pasando putas……
GRACIAS, GRACIAS y GRACIAS, por las muchísimas cosas que has hecho para mejorar mi pensión….
En fin MARIANO, que soy mayor y se me cansa la mano de escribir….
Reiterarte mi agradecimiento por la subida de mi pensión un 0,25 %. La verdad es que se me han saltado las lágrimas. Eres un crack!!!
- NO HACE FALTA QUE PARA LAS PROXIMAS ELECCIONES ME ENVIES LAS PAPELETAS DE TU PARTIDO, LA PENSION AUN ME DA PARA COMPRAR PAPEL HIGIENICO ¡¡¡¡¡¡ «
NOTAS
[1] La hucha de las pensiones (llamada oficialmente Fondo de Garantía de Reserva) fue creada en el año 2000, en años de auge económico y de superávit de la Seguridad Social.
[2] En Asturias hay 356.890 cotizantes y 271.293 pensionistas. La relación es de 1,32 (cot/pensionista). En 2015 del total de 300.173 pensionistas, 173.382 son jubilados que cobran una media de 1.248 euros. El Principado inició en julio de 2015 con 300.173 -un 0,2% más que en el mismo mes del año anterior-, que representan el 3,2% del total nacional. La pensión media asciende a 1.048,76 euros, con un crecimiento interanual del 1,9%. De ellas, 173.382 son pensiones de jubilación por las que sus perceptores reciben de media 1.248,39 euros, 226,3 euros por encima de la media, según datos del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) del Ministerio de Trabajo e Inmigración.
En junio de 2015 -último dato disponible- la cifra de afiliados a la Seguridad Social ascendía en la región a 348.155, lejos de los 404.930 cotizantes que hubo de media en 2008, cuando empezó la crisis. Supone que apenas 1,16 afiliados asturianos (si se incluyen todos los cotizantes) sostienen ya a cada pensionista, una relación que no ha dejado de bajar en los últimos años. El sistema español se basa en un sistema de solidaridad interterritorial donde las cotizaciones y demás aportaciones van a parar a una caja única y se distribuyen asegurando prestaciones iguales en todo el país.
Autor: José Manuel Álvarez Pravia
Un comentario en “La estafa de las pensiones”